martes, 7 de octubre de 2008

La grandeza Del Silencio


Te has parado a pensar en la grandeza del silencio? Aprender a estar en silencio puede ser tan importante como aprender a hablar y a relacionarte con otras personas.

Es interesante percibir que en una sociedad tan materialista como la nuestra, que privilegia el tener en detrimento de ser, no nos faltan motivos para refugiarnos dentro de nosotros mismos y estar en silencio.

Estar en silencio no significa no hablar, ni estar quieto sin nada que decir. Silenciar es un arte que nos comunica con nuestro autentico ser, con nuestros sueños es la conexión con nuestro autentico yo.

El aprender a estar en silencio es tan importante como hablar.

Cultivar instantes de silencio nos puede proteger de la impulsividad que acecha nuestra alma y puede ayudarnos a contactar con nuestra esencia. Así, podemos descubrir cosas antes no observadas con la debida atención.

Esta claro que muchos podrán decir que estar quieto y en silencio puede ser una actitud egoísta y cobarde en algunos momentos en que se espera que algo sea dicho o hecho.


Bien, realmente eso es verdad, sin duda alguna. Entonces, prefiero en ese momento hacer otro tipo de silencio. Aquel que educa el alma, que nos trae equilibro frente a la vida. Aquel que nos auxilia a preservar nuestra identidad cuando estamos prestados a un alto grado de impulsividad y stress y estamos expuestos a hacer algo que podamos arrepentirnos por mucho tiempo.


Como todo en la vida, ese silencio sabio puede ser aprendido y cultivado. Una buena sugestión es reservar, aunque que sea una vez a la semana, un instante de 30 minutos en el que tú no hables nada, ni estés leyendo o viendo algo. Solo observando la vida, en silencio. Solo comunicándote con el mundo por el poder de tu pausa. Con seguridad estamos en silencio muchas veces, inconscientemente.

La idea aquí es programar el silencio, como nos preparamos para ir al cine por ejemplo. Y disfrutar de ese proceso, aprendiendo a ver en el un momento de encuentro, de gran placer.


Al final, el silencio debe ser muy importante, en caso contrario no abríamos nacido con dos orejas y una boca… Aprovechamos la oportunidad y hagamos del silencio la paz que nos serena el alma e ilumina la vida en los instantes de agresiones, dudas o dolor, pero también debemos acordarnos de el en nuestras horas de alegría mas profundas, deforma que siempre pueda acompañarnos en todos los instantes de la vida como gran aliado.

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